Se termina el año en el que no se
terminó el mundo. El año en el que me dejé crecer el flequillo. El
año en el que pise la Plaza Roja de Moscú. El año en el que
averigüé que me gustaban las olivas. El año en el que cerramos el
taller. El año que más amé a Tolstoi. El año en el que aprendí
que no es tan fácil irse, que nunca nos vamos del todo, que nos
vamos dejando en los lugares. El año del no decir y el año del no
callar.
31/12/12
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