21/8/08

Viajar en el tiempo


Si lloraba era en la ducha porque era como no llorar, entre aquellas mamparas la realidad transcurría en paralelo al mundo y se sentía protegida pese a la d e s n u d e z y el ruido ensordecedor del agua, o precisamente por eso. Echó hacia atrás la cabeza y las lágrimas se confundieron con el agua que bajaba desde su pelo formando una pequeña cascada, abrió la boca para beber y escupió al notar el calor. Levantó los brazos y se apoyó en aquel teléfono modo masaje con cuatro chorros, cambio la posición a suave caricia y así se quedó, el tiempo justo para darse cuenta de que lo que más le apetecía era viajar en el tiempo, aunque no supiera a dónde exactamente.


No hay comentarios: