28/11/08

Juntando pedazos rotos de textos nunca publicados...


Pasó tanto tiempo con la cabeza apoyada en su mano izquierda cerrada en un puño, que la marca del anillo se le quedó en la mejilla y cuando quiso darse cuenta la susodicha se había extendido y todo su cuerpo estaba lleno de espirales a lo Klimt que no hacían mas que marearla. Si bien todo aquello no era bello, al menos si estéticamente impactante, lo que le recordó que a veces se apropiaba de términos acuñados por otros, pero ¿Quién no? Las horas que pasaron desnudos en su cama goteaban hoy en el grifo de la cocina inundando una pila llena de platos por fregar, pero como siempre ¿Qué más daba? Canturreó esa canción de Los Planetas que lleno sus días de invierno y sintió como las espirales se replegaban sobre sí mismas. Sin darse cuanta había metido el fairi en la nevera y la coca-cola bajo el fregadero, ya no recordaba que especias le había puesto a la tortilla ni si se habría quemado por uno de los lados. Era evidente que no estaba a lo que estaba, si es que es cierto que alguien puede no estar a lo que esta. Casi sin querer, y juntando pedazos rotos de textos nunca publicados, tenía una nueva actualización para el blog.

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