1/11/08

Vaya, llueve (I)

- ¿Lo oyes?
El murmuró, aún dormido
- Eh –le dijo cerca del oído- despierta
- ¿Qué pasa?
A ella nunca dejaba de sorprenderle que cuando lo despertaba en medio de la noche el siempre contestaba con dulzura.
- ¿Lo oyes?
- No…
- Calla y escucha
Las gotas caían con tanta fuerza sobre el tejado de chapa que cubría la terraza del primero que el gesto de su cara cambió.
-Vaya. Llueve.
Ella sonrió y dejó pasar la obviedad del comentario mientras le besaba la mejilla.
- Ya puedes dormirte, voy a cerrar las ventanas
Se enrolló en la manta y salió de la habitación, caminó hacia el comedor y al llegar vio un pequeño charco que se había formado en el suelo, cerca del sofá. Lejos de querer evitarlo, lo pisó, y se quedó ahí el tiempo suficiente como para notar el agua entre sus dedos, se asomó a aquella ventana y sacó los brazos, las gotas golpeaban el alfeizar y la empapaban.
- Te vas a resfriar –dijo alguien a su espalda
- ¿No te has dormido?
El sonrió y dejó pasar la obviedad mientras se acercaba para abrazarla.
- ¿Quieres subir? -preguntó
- ¿Ahora?
- ¿Quieres?
Ella asintió, caminó apresurada hacia la habitación cogió los abrigos, el paraguas, y las llaves, cuando volvió el la esperaba con la puerta abierta.
- ¿No coges zapatillas?
- No
- Te puedes hacer daño
- Ay, vale, voy
El reía.
Apenas veinte escalones mas arriba encontraron la puerta de la terraza entornada…


(...)

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